Hace unos días me reuní con un amigo que desde hace años lleva adelante tareas de conducción de grupos y personas, y en un determinado momento me dijo: “No te estoy preguntando cómo funciona tu institución, o las normas que regulan su funcionamiento; lo que quiero saber es cómo decides ante una situación inesperada o un conflicto entre colaboradores que tienen diferentes enfoques o posiciones. ¿Cuál es tu metodología estratégica?”

En ese momento, antes de responder recordé cuando hace muchos años, el escritor DeRose, fuente de inspiración y con quien comparto tareas e ideales, me sugirió dar capacitaciones sobre liderazgo, en función de los resultados que estaba obteniendo. Así, comencé a compartir mis experiencias en esta delicada y compleja tarea, confirmando que a un líder no lo define su deseo de serlo sino las soluciones que es capaz de dar.

Hoy, pasados más de treinta años realizando tareas de liderazgo y consultoría, me doy cuenta de que, ante cada situación, uno actúa mediante la intuición en un setenta por ciento y, el treinta restante, apoyándose en la experiencia surgida de situaciones anteriores que, más que dar pautas para la resolución, permite tener visión de cómo las decisiones presentes incidirán en el futuro.

Esa ampliación de visión es fundamental, porque nunca debemos olvidar que cada movimiento de una pequeña pieza tendrá alguna consecuencia en un futuro que no vemos, pero que debemos prevenir.

Pasado ese instante de cavilaciones veloces, le respondí a mi amigo que no tenía un sistema, que mi actuación y consejos provenían de esa relación 70/30.

Acto seguido, me disparó otra pregunta: “Ok, entonces ¿cómo desarrollo esas capacidades?”

Bien, le respondí, la intuición es una capacidad humana que está en vos y que ya funciona de manera lenta y poco consciente. En eso sí te puedo ayudar mediante la aplicación de un programa muy eficiente, que favorecerá la capacidad intuitiva para todo lo que hagas. Un canal de sabiduría excelente y eficaz. Un estado más alerta y con menos estrés. En cuanto al treinta por ciento restante, fruto de la experiencia, es cuestión de tiempo de vida y de registrar las situaciones, para tenerlas a mano como antecedentes valiosos y únicos. Sin embargo, nada de esto va a funcionar si, además, no logras administrar tu sistema emocional para que no perturbe la percepción de los hechos y el comportamiento que de allí deriva.

Continuamos nuestra charla y, luego de despedirnos, seguí pensando en el tema y en la forma en que aplicamos la función de liderar en DeROSE Sistem, un modelo diferente que reduce los conflictos, humaniza a las personas y genera mejores resultados en todos los aspectos, incluso en la tan deseada calidad de vida.

Una frase atribuida a un former president de los EEUU es una definición que se aproxima a esta propuesta de liderar desde las buenas relaciones humanas y la docencia, que constituye la columna vertebral del sistema que aplicamos: “si sus acciones inspiran a otros a soñar más, aprender más, lograr más y crecer más, entonces, usted es un líder”. John Quincy Adams (1767-1848).

¡Hasta la próxima semana!