Foto por: Christian Stahl

Hace tiempo leí una historia que suele usarse en ámbitos de liderazgo y capacitación de personas que tienen a su cargo conducir grupos de trabajo, con la intención de ejemplificar la importancia de compartir la información con la totalidad de los integrantes y en forma rápida.

Contaba la historia que una tarde, una pareja de jóvenes recién casados estaba disfrutando de un baño de inmersión, cuando sonó el timbre de la puerta de su departamento.

Con insistencia, el joven convenció a su esposa de que fuera a atender. Ella, algo contrariada envolvió su cuerpo con una toalla y se acercó hasta la puerta preguntando quién era y observando a través de la mirilla.

Al reconocer al vecino del sexto piso, decidió abrir y preguntarle qué deseaba. Al verla, el vecino le dijo que si abría la toalla que la cubría y le permitía observarla desnuda, le daría 2.000 pesos.

Ella, sorprendida, le respondió que no, que estaba equivocado y que era una propuesta inapropiada. Sin embargo, el vecino insistió diciéndole que no quería ofenderla, que simplemente deseaba observar su belleza un instante, dado que era un artista plástico, estaba trabajando en una obra y deseaba inspirarse en su belleza. La joven dudó, pero finalmente, tal vez tocada en su ego, aceptó: abrió la toalla y permitió al hombre observar su cuerpo.

Agradecido, el vecino le entregó el dinero y se retiró. La joven regresó al baño para continuar disfrutando con su marido, que le preguntó con curiosidad quién era el que había llamado a la puerta. Cuando ella le respondió que era el vecino del sexto piso, él, sonriente, le comentó que seguramente le había devuelto los 2.000 pesos que le había prestado el día anterior.

Esta historia muestra la necesidad de que en un equipo bien integrado, el conocimiento y la información fluyan para que todos los integrantes puedan tomar decisiones rápidas y certeras. En la actualidad, el gran cambio que regula el funcionamiento grupal es compartir la información velozmente, como forma de pertenecer. Las reuniones de equipo presenciales, los encuentros sociales y la constante comunicación que nos proporciona la tecnología son imprescindibles.

Hasta la semana próxima.