Foto por: Nicolas Hoizey

Constantemente nos llegan propuestas u opciones para alcanzar un mayor rendimiento en nuestras vidas. Posiblemente todas puedan tener buenas intenciones y aporten formas de obtener resultados. Sin embargo, me atrevo a decir que hay dos componentes fundamentales para que esos planes de superación personal funcionen: que posean técnicas que puedan  ejercitarse al punto de crear condicionamientos positivos que permitan reaccionar en forma rápida y segura, y el desarrollo de un combustible esencial que es la voluntad.

El primer paso para lograr un mayor rendimiento empieza cuando percibimos que debemos salir del automatismo que nos mantiene en la conocida zona de confort, e incorporamos el deseo de entrenar técnicas para desarrollar conscientemente la fuerza de voluntad. Una fuerza que se manifiesta como un deseo de éxito que abarca todos los campos, o con el deseo sentido y profundo de quiero hacerlo y lo haré.

Esta motivación no se corresponde con un fenómeno casual o accidental, es un compromiso para moverse hacia algo que importa y por lo cual trabajaremos hasta alcanzarlo. Habrá avances y retrocesos, pero el propio compromiso de intentarlo ya generará un movimiento interno superador.

La voluntad en sí misma es como la energía eléctrica, que únicamente nos ofrece un potencial hasta que es utilizada y mediante un procedimiento técnico se logra un fin determinado.

El entrenamiento y la obtención de resultados comenzará a fortalecer otro componente esencial para la conquista de nuevas metas, que es la confianza. Una mayor confianza nos permitirá superar el recuerdo de posibles fracasos anteriores y sentir que tenemos la posibilidad y la libertad de proyectarnos hacia el futuro elegido, conquistando nuevos logros y venciendo los condicionamientos negativos.

Cuando hablamos de alto rendimiento es habitual conectar con las prácticas deportivas y atléticas, tal vez por la competencia implícita que hay en estas actividades. Sin embargo, superarnos es un elemento que debe estar presente en relación con nuestras propias capacidades y no en forma comparativa. Un concepto aplicable en todas las etapas de la vida y actividades que realicemos. Esto es esencial en el proceso evolutivo de cada persona.

Demasiado a menudo, consciente o inconscientemente no percibimos la relación que existe entre la voluntad y el desarrollo personal. En otras oportunidades nos negamos a ver que tenemos la libertad de llegar al éxito y sólo nos falta ejercitar esa capacidad.

Para comenzar recomiendo que se planifique un número de pasos pequeños, empezando por la posición actual hasta el objetivo que se desea alcanzar. Cada paso debe tener una elevada probabilidad de éxito que entusiasme a dar el siguiente. La meta es desarrollar todo el  potencial y no únicamente comprobar cuanto podemos aguantar.

¡Hasta la semana próxima!