Durante el DeROSE Inspiration

El pasado domingo fue especial. Un momento de esos que guardaremos en la cajita especial de las cosas favoritas, las sentidas, las que nos costó llegar a obtener y a las que por ello damos gran valor.

Uno podría decir ¿por qué tan especial?, teniendo en cuenta que fue un evento más entre los muchos que organizamos anualmente. Su propio nombre es una especie de pleonasmo que ayuda a entender esta sensación: DeRose Inspiration, ser y hacer. Digo un pleonasmo porque el profesor DeRose encarna el ser junto con el hacer y es generador de una propuesta metodológica sumamente inspiradora.

El encuentro estaba dirigido a los profesionales del DeRose Method en nuestro país, con invitados provenientes de otras ciudades y países, en calidad de participantes y disertantes.

En un Auditorio colmado se sucedieron charlas en formato TED, con disertantes que discurrieron sobre emprendedorismo, paneles con casos de éxito profesional, momentos de opinión y preguntas, intermedios acompañados de sabrosas comidas y bebidas sin alcohol. Bien pensadas fueron las pausas activas con técnicas corporales y respiratorias para compensar las horas sentados. Entre los mimos recibidos, uno especial fue la terraza, con estilo living al aire libre, para disfrutar de los últimos rayos del sol de abril, reforzando la calidez que caracterizó el encuentro.

Desde hace años participo en muchos eventos de distintos tipos, en ámbitos diferentes, en algunos casos como participante y en otros como disertante. Puedo afirmar que no es habitual el alto porcentaje de participación, considerando que era un domingo de fin de semana largo. Sin embargo, allí estábamos, los antiguos y los nuevos, unidos por el entusiasmo de una profesión linda, útil y que gratifica constantemente.

Uno se siente pleno y realizado si logra enamorarse de algo más grande que uno. Es en ese estado cuando uno se integra consigo mismo y con los demás, cuando surge el deseo de compartir y brindarse plenamente. Es bajar las barreras, y en el ejercicio de la unión con los demás es cuando nos humanizamos y avanzamos hacia el autoconocimiento, la autosuficiencia y la libertad.

En los momentos finales, llegado mi turno para subir al escenario y dirigirme a todas esas caras amigas que esperaban mis palabras, sentí una oleada de emoción y decidí no reprimirla, dejándome envolver por ella. Fue un instante en el cual pasaron aceleradamente frente a mis ojos más de tres décadas de trabajo y dedicación. Pude ver el pasado, el presente y un futuro alentador en las manos de esa gran cantidad de personas jóvenes, dedicadas a preservar y transmitir esta propuesta de calidad de vida y superación personal. Me sentí feliz y agradecido. La semilla que hace décadas logré plantar, germinó y generó raíces fuerte y excelentes frutos.

Por eso quiero dedicar el artículo de esta semana a los que tuvieron la idea de organizar este evento, a los que trabajaron arduamente para realizarlo y a todos los que participaron de una u otra forma.

Recordemos que no nos levantamos cada mañana porque las cosas suceden, lo hacemos cada mañana para que las cosas sucedan.

Que vengan otras ediciones para seguir inspirándonos. Gracias.