La transmisión del contenido de antiguas filosofías es fundamental para la preservación y continuidad de tradiciones intelectuales y culturales muy valiosas. Cada una de esas tradiciones contienen profundos conocimientos y perspectivas que han sido refinadas a lo largo de siglos de empirismo y debemos lograr que las generaciones futuras puedan acceder a esos valiosos tesoros.
La transmisión directa de maestros a discípulos permite que se mantengan las sutilezas y matices de esas enseñanzas, que podrían ser malinterpretadas o descontextualizadas si únicamente se basaran en textos escritos.
Una de las principales características de esta relación entre maestros y discípulos es fomentar que el conocimiento que se transmite no se limite exclusivamente a lo informativo, siendo importante también el aspecto formativo.
Si bien es importante pasar contenidos teóricos también se fomenta el desarrollo personal y ético, especialmente en momentos de encuentros informales que fortalecen las buenas relaciones humanas.
Los que enseñan estas antiguas tradiciones son verdaderos custodios de la autenticidad de origen, evitando modificar su esencia, sin embargo, pueden producir algunas adaptaciones a las circunstancias contemporáneas, haciendo que estas ideas sigan siendo relevantes y útiles en contextos modernos. Esta adaptación es esencial para que la filosofía no se convierta en un mero objeto de estudio histórico, y constituya una herramienta viva para la vida actual.
La mejor forma de conseguir un entendimiento más profundo de estos contenidos es que en las clases y actividades culturales los que están en fase de aprender puedan hacer preguntas y exponer sus opiniones y dudas a los que enseñan, logrando de esta forma explorar contenidos en profundidad. En este intercambio se logra una comunicación más profunda, enriquecida por las percepciones y sensaciones que producen los matices de la buena comunicación. Momentos especiales que todos recordamos de nuestras épocas de alumnos.
La creación de comunidades de aprendizaje y práctica, donde las ideas pueden ser discutidas, desafiadas son vitales para la vibrante vida intelectual y cultural que asegura la continuidad de las tradiciones filosóficas, pero también su evolución.
En resumen, la transmisión del conocimiento filosófico de maestros a discípulos es crucial no solo para preservar las antiguas enseñanzas, sino también para garantizar su relevancia y vitalidad en el mundo contemporáneo. En el DeROSE Method mantenemos viva esta práctica que permite que la sabiduría acumulada continúe fluyendo y enriqueciendo la vida de las personas, a lo largo del tiempo.
Hasta la próxima semana.
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