Los Emprendedores de DeRose Method viajamos mucho. Somos como abejas polinizadoras que llevan y traen mensajes, valijas colmadas de regalos, material didáctico y toneladas de cariño. Una especie de viajeros que unen, agregan, suman, potencian, fortalecen y esparcen un mensaje que sigue reproduciéndose como un virus positivo y constructivo.
Es cansador viajar con frecuencia, pero es muy gratificante visitar a tantos amigos. Establecer ese compromiso de reciprocidad de ser huéspedes y saber que pronto seremos anfitriones. No hay cansancio que pueda sofocar la hermosa sensación de reencontrarse con aquellos que eligieron formar parte de esta aventura gregaria.
Dentro de nuestra Red de escuelas se estimula a los estudiantes y emprendedores a conocer el mundo, a ver nuevas realidades, modificar condicionamientos y crecer culturalmente.
El mayor exponente de viajero incansable es nuestro querido DeRose, a quien esta última semana tuvimos el privilegio de recibir en Buenos Aires, como a un verdadero Papá Noel.
Tal como ocurre cada vez que está presente nuestro líder, se generaron múltiples actividades de intercambio. Su presencia actúa como catalizador positivo y produce movimientos en torno a su persona. Su visita nunca pasa desapercibida: produce movimiento, oleadas de conocimiento, cambio de paradigmas, reflexión y, como siempre, esa sensación agradable de cariño y familia.
Las diversas actividades tuvieron un factor común: en todas predominó el festejo del reencuentro, el abrazo sentido, la mirada brillante, la comida ofrecida con cariño, el paseo compartido, las charlas, los proyectos, los sueños, muchas sonrisas y una fuerte voluntad de enseñar, aprender y mejorar. Considerando la fecha, puedo decir que se manifestó un auténtico espíritu navideño.
Observé amigos trabajando juntos, apoyándose, confiando mutuamente y con la firme vocación de vivenciar un estilo de vida que nos representa y del cual somos generadores y participantes. Otros, en su fase de estudiantes, plenos de algarabía y con sed de aprender, mostraban su interés para concretar sus estudios y sumarse profesionalmente como docentes y emprendedores.
Esta realidad nos muestra que nuestra propuesta de alta performance y reeducación comportamental no es una utopía, es un movimiento concreto que se expande y cría raíces como tendencia inspiradora para muchos, especialmente para los jóvenes.
Soy un convencido de que cuando uno se enamora de algo más grande, los esfuerzos cotidianos adquieren una dimensión pequeña. Placer y trabajo pueden combinarse perfectamente. Lo que se hace día a día pasa a ser la gratificación y el bálsamo que nos devuelve las fuerzas para comenzar cada mañana.
Feliz 2017 y hasta la semana próxima.
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