Hace más de cien años, el psicólogo estadounidense William James afirmaba que la atención es fundamental para que las personas puedan ser más productivas y dueñas de sí mismas.

Para percibir y comprender los hechos en general, debemos comenzar por desarrollar la atención. Concentrarnos sin dispersiones. Este proceso nos permitirá descubrir aspectos ocultos y también nuevas posibilidades.

En Innovation and Entrepreneurship, Peter Drucker nos recordaba que cuando ocurre un cambio en la percepción, no son los hechos los que cambian, sino sus significados.

El problema empieza a edad temprana, dado que en general la educación en todos los niveles no presta atención a la atención. La enorme cantidad de estímulos sensoriales que hoy recibimos nos conduce a una dispersión constante, por eso necesitamos compensar entrenando en forma efectiva. La adaptación requerirá más tiempo, pero el entrenamiento acelerará el proceso evolutivo.

Sabemos que es difícil dejar de hacer múltiples tareas, pero sabemos también que esa multiplicación de actividades simultáneas atenta contra la capacidad de concentrarse. Lo primero es reconocer la situación, aceptarla y a partir de allí ver qué cambios podemos hacer para trascender el estado de excesiva dispersión y el estrés consecuente.

Si sos un líder, una de las decisiones más útiles –que, en mi caso, me permitió obtener buenos resultados– es delegar parte de las tareas. Lo considero una posibilidad inteligente y un cambio de paradigma fundamental para los que ocupan cargos de liderazgo.

Para que esto sea posible, primero debe haber generado un equipo en el cual prevalezcan la confianza, el apoyo mutuo y la capacitación previa. Además, hay que instalar entrenamientos de técnicas que nos devuelvan la capacidad de concentrarnos y avanzar hacia la intuición lineal o meditación, como vulgarmente se la denomina.

DeRose Method rescata el uso de antiguas técnicas, probadas durante cinco mil años, que sin misticismo ni espiritualismo constituyen la gran solución para que líderes, ejecutivos y directivos que tienen que tomar decisiones en todo momento puedan hacerlo con certeza y con la plasticidad necesaria para un mundo en constante cambio.

Recordemos que lo más importante en todo grupo u organización es lo más simple: todo depende de las personas. Acercate con sinceridad a ellas, compartí lo que sabés, enseñá, lográ que se superen y en breve tendrás un equipo que te permitirá enfocarte en las decisiones fundamentales de tu organización y en organizar tus días de descanso.

Hasta la próxima…